lunes, 29 de octubre de 2012

Viaje a la semilla


Quedaban pocos meses para terminar la secundaria. Al final del año cada uno de mis compañeros incluyéndome a mi tomaríamos rumbos diferentes.
 Un día los relojes empezaron a retroceder la hora.
Las grandes modificaciones que le hicieron a la escuela, salones, puertas, oficinas se iban  deshaciendo

 Confuso y revuelto es mi ropa remera, pantalones todo se salía y regresaba a los cajones, donde momento la había sido seleccionada para llevar a Bariloche, aquel viaje que me daba la sensación que ya lo había realizado

 En casa también hubo cambios. Notaba que esas cerámicas de la vereda, que nos dio trabajo instalarlas con mi padre, se fueron despegando de a poco y volvía a estar ese piso de cemento.
 Los pimpollos que alguna vez  mi madre los planto y florecieron al tiempo, se volvía a cerrar.

 Volví a ver otra vez las caras de mis compañeros del colegio que creí perder a lo largo de mi vida. Las maestras que nos acompañaba todos las horas en el salón. Te felicitan tu tarea y te ponen “bien” o “muy bien”, tablas, cuentos infantiles, historias de próceres, nos enseñaba algo nuevo que aprender en los días. Allí estaba adelante  de nosotros explicando en la aula.

 Seguían retrocediendo los tiempos y me empezaron a llamar la atención a los juguetes  que estudiar.
 El guardapolvo blanco paso a ser mas chiquito y colorido. Me di cuenta de que mi mente se olvidaba. Era difícil recordar las cosas.

 Me costaba verme en el espejo del baño. Mis pies dejaron de pisar el suelo a la hora de sentarme para comer

 Mi edad disminuyó y me tenía que quedar en casa. No podía corretear como antes. Apenas me podía mantener unos minutos parado. Me pusieron un andador, llegué a reducir  los gustos, olfato, vista Todos los  sentidos, gustos  hambre, sed, calor, etc.
  
  Las personas me parecían extraños pero les hacían reír y jugar con ellos,
Cuando necesitaba un cariño me aferraba a mis padres
  Luego, sólo era estar en brazos de mi madre. Me daba de amamantar. Dormía  y cuando llorisqueaba me calmaba con sus cantos.
 Hasta que un momento cerré los ojos y solo sentía y escuchaba que me hablaba mi madre desde afuera. Ya en ese entonces comprendí que  estaba el la  panza de mi mamá aguardando en el momento para darme luz.




Morello Soledad


Mi viaje a la semilla


Estaba tranquila en el comedor charlando con mi mamá y de pronto tuve una sensación rara. Fui a mi habitación y empecé esa semana de a poco a armar mi bolso para ir a Bariloche. Realizaba las excursiones con la sensación de que ya la había hecho. Al regresar sentía que no conocía a ninguna persona con las que había viajado.

  Cada día que pasaba se tornaba raro, cuando llegaba el momento del cumpleaños, retrocedían un año, se hacían jóvenes y las arrugas desaparecían como por arte de magia.

  Olvidarse lo que había hecho el día anterior era costumbre. Todo lo nuevo que iba aprendiendo, con el paso de las horas ya no estaba, las personas, todo se borraba.

  Cada vez me hacía más chica y mis primos iban desapareciendo de a uno. Llegaban a ser bebés y luego ya no estaban y nadie recordaba que habían existido, sólo se convertían en una ilusión hacia el futuro.

  En el colegio, cada día se aprendía algo nuevo y cada vez más complicado para entender. Se volvían dibujos que hacía la maestra.

  De a poco los amigos se convertían en extraños hasta el punto en que ya no los conocía, se volvían una persona más entre la gente.

  Comenzaron a aparecer personas que uno las guarda para siempre en el corazón con una sonrisa en los labios, como si nada hubiera pasado.

   Jugaba con mis hermanas hasta que una de ellas ya no pudo por ser muy chiquita y de un día hacia el otro ya no estaba.

     Ya no tenía edad para estar en jardín así que jugaba sola en casa. Me arrastraba por el piso y corría hasta que un día ya no pude, me ayudaron a hacerlo. Luego solo en brazos hasta que llegamos a la clínica de Mariano Acosta y lo último que escuche fue la voz del médico hablando con mi mamá.
CORVALÁN, Camila

sábado, 27 de octubre de 2012

Viaje a la semilla de Celeste

Estoy cursando sexto año, en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes, junto a mis amigas y compañeras Evelyn, Yanina y Paola. Mi familia está compuesta por mis papás: Roberto y Mónica, mis hermanos Roberta, Leandro, Julieta, mi sobrina Mía y mi cuñado Alejandro. Cumplo 19 años y lo festejo con mis amigas Valeria, Evelyn, Paola, Sharon, Abigail y Sofia.



























Viaje de egresados a Bariloche con mis ex compañeros. Nacimiento de mi primera sobrina. Mi hermana queda embarazada. Cumplo 15 años.























Cae nieve en Mariano Acosta y salgo a pasear con mis papás. Tomo la comunión en la Iglesia San José Obrero. Fallece mi abuelo paterno, Roque Ramírez. Empiezo la primaria en la Escuela Francisco de Asís.




Egreso en sala verde (preescolar). Curso sala naranja. Voy de vacaciones por primera vez a la playa con mi familia. Realizo mi primera actuación en el Teatro de Merlo. Comienzo sala amarilla en el Jardín de Infantes Mamina.





Mi bautismo. Soy un bebé. Estoy en la panza y no soy nada.






                                    


Mi viaje a la semilla. Evelyn Duarte

En este momento me encuentro cursando el último año de la secundaria en el Instituto Parroquial Nuestra Señora de Lourdes , que prácticamente me vio crecer.Me quedan dos meses para terminar, y después de unas vacaciones, empezar Licenciatura en Administración en la universidad de la Matanza.
Llegó el día tan esperado. Estamos en la puerta de la escuela contando los minutos para ver llegar ese micro que nos llevará a ese lugar mágico, a Bariloche, la ciudad de los egresados. Son los mejores once días de mi vida con mis compañeros, amigas, mi mamá como acompañante y gente desconocida que pareciera conocerla de toda la vida. Acá somos todos amigos. Somos LA BANDA DEL SHANSHO, que copa Bariloche, lo copa de día y lo copa de noche. QUE LASTIMA QUE LO BUENO DURA POCO
Estamos en quinto año, a nosotros, que somos de 4ºB nos juntaron con los de 4ºA, para ser un quinto único. Nos están volviendo locos todas las empresas de viajes estudiantiles, después de tantas reuniones nos decidimos por UPGRADE, sólo nos queda esperar unos meses.
Llegaron mis 15 años, sinceramente no quiero fiesta. Pero mi mamá ya organizó todo así que a disfrutar de esta noche única y especial con la gente que quiero.
Qué linda noche de verano. Estoy en Moreno con Sharo, Agus y unos amiguitos acampando en el patio de una casa. Voy al baño y me doy cuenta de algo muy importante en la vida de las mujeres, me hice señorita.
Tarde soleada, estoy en la iglesia, vestida de blanco. Pero no, no me voy a casar, hoy tomo la comunión. Después de dos años de catequesis estoy preparada para recibir el cuerpo de Cristo, voy a tomar la hostia.
Hoy 13 de octubre de 2004 nació mi hermanito Thiago, que lindo y chiquito que es. Lo amo
Hace ya dos años que empecé la primaria en el colegio San Antonio de Padua, en Ciudadela, cerca de la casa de mi papá. Ahora estoy en 3º grado, hice varios cambios en mi vida. Me mudé a Mariano Acosta y me cambié a la I.P.N.S.L en la que cuatro años atrás había empezado jardín, que lindos momentos. Fui y volví.
Qué tremendo, con mis 3 añitos a parte de gatear, arrastrarme por el piso , caminar y correr. También ruedo por las escaleras, lástima que terminé llorando y con una marca en la cara que me va a durar para siempre.
Mamá está en el hospital de Flores, internada con su enorme panza, se la ve muy agitada. Los doctores hablan de contracciones, de pujar, de respiración profunda, etc. Unos minutos después nací yo, Evelyn Duarte.

Nueva consigna de invención para aprender Literatura

Con los alumnos de 6° año de IPNS de Lourdes estamos trabajando en Literatura con la cosmovisión de la ruptura y la experimentación. Por eso, leímos Viaje a la semilla del cubano Alejo Carpentier , donde el autor plantea el tema de la vida como un regreso a los orígenes,  en una bella retrospección en el tiempo. 
Luego de la lectura y el análisis les propuse que ellos escribieran su propio viaje a la semilla. Surgieron así preciosos relatos de vidas que me conmovieron y emocionaron. 

Siempre me sorprenden y gratifican mis adorables imaginadores; lo mejor que tengo de esta bendita carrera docente, junto a mis compañeros de travesías. 
Espero que todos disfruten de estas historias. Saludos. Analía

Mi viaje a la semilla por Florencia Reyes


Por fin llegó el momento que tantos años anhelé. Llegó el último año en mi queridísimo colegio. Muchos recuerdos que he vivido. Muchas personas que pasaron por mi vida y que cada uno dejo una enseñanza que me permitió crecer y ser la persona que soy.
Sé que extrañaré esas mañanas en donde sufría nervios, reía, lloraba y aprendía cada día algo nuevo.
Tengo a las personas a mi lado en la escuela que son mis mejores amigos a los cual los amo con toda mi alma. Ellos se llaman: Agustina, Gabriel, Jonathan, Franco y Ariel.
También tengo un mejor amigo con el cual llevamos muchos años de amistad. El se llama Cristian y es como el hermano que nunca tuve.
Siempre soñé con ser muchas cosas y a lo que me refiero es a mi profesión. Pensé ser peluquera, Veterinaria o tal vez profesora de informática, pero nunca pensé que mi pasión sería la Fotografía. Tal vez estaba predestinada para esto. Desde muy pequeña me encantaba ver fotos familiares o tal vez tomarlas yo misma pero ahora una vez que se lo que quiero ser. Estudié para profesionalizarme y termino mi curso en poco tiempo.
Conocí a Romina que en principio fue mi compañera pero que a lo largo del tiempo se convirtió en una mejor amiga que nunca se separaba de mi lado. Compartíamos muchas cosas. Ella no era feliz con su familia por lo cual la íbamos a adoptar para que formara parte de nosotros, pero no pudimos.
Llegó el día más especial  para mí, el día en que conocería a Zoe a mi hermosa sobrina. Todo un día de preocupación y nervios hasta que ese angelito precioso salió del vientre de Cin.
Con mi hermana, somos muy unidas y siempre salíamos a todos lados. Esta vez nos tocó ir a un recital de un cantante preferido de ambas. Es inexplicable esa sensación de emoción y adrenalina que sentíamos las dos. Fue una experiencia inolvidable.
Qué momento tan emocionante. Cumplí mis quince años. Dejé de ser niña para transformarme en una mujer. Cuantas nuevas experiencias estaría por vivir.
Tengo un vestido color salmon, una coronita pequeña en mi cabello, Parezco una princesita. Todos me observan y me reciben con claveles. Cada abrazo hacia que cayeran lagrimas por mis mejillas. Fue un momento hermoso lo cual siempre guardare en mi corazón.
Largas semanas, probándome peinados y vestidos blancos, entre rezos y rosarios. Llegó el día de mi comunión. El día en que Dios me recibiría en sus puertas y me acompañara en el camino que recorreré en mi vida.
Ahora apenas se leer. Tengo tantas ansias de conocer nuevos conocimientos, de ponerme mi guardapolvo blanco que mama había planchado. Si estoy en primer grado que emoción.
A levantarse temprano! Mientras mi mamá me ponía mi guardapolvo azul y papá preparaba el auto, mi hermana me explicaba las cosas que iba a aprender en un lugar llamado jardín. Me decía que iba a saber contar y cantar canciones, yo pensé que en un principio a cantar canciones de Soda Stereo, pero ella me decía que eran otras canciones. Al bajar del auto me encuentro con otros nenes y una dulce voz que cantaba una canción que me gustó. Si era mi maestra. En ese momento me solté de la mano de mi madre y entré al jardín.
 Mientras mi mamá arreglaba un vestido blanco y mi papá se ponía un traje negro, Observo muchos globos y una torta de tres pisos. Mi hermana se pone ese vestido y se va del brazo de mi padre. Es entonces cuando mi madre me explica que los 15 años de ella. Era una hermosa noche. Llegaba mucha gente entre ellos tíos, primos y amigos y bailamos toda la noche.
Estoy en brazos de mi padrino. Tengo un vestido blanco y un gran moño en mi cabeza. Salimos a pasear, hasta que llegamos a un lugar donde me mojaron la cabeza y me dijeron “Yo te bautizo”.
Salgo de aquel lugarcito tan lindo donde estaba calentita y veo luces, mucha gente. Y luego veo los ojos de una persona que me miraba con amor. Luego otra persona me lleva y me besa en la frente. Después me duermo y cuando me despierto me encuentro en otro lugar donde también estaba calentita.
Estoy tan cómoda, escucha ruidos, voces pero no veo nada, Toco mis pies, Me chupo el dedo y de a poco voy reconociendo mi cuerpo.
Un día escucho a mis padres que querían tenerme, Pero no quedaba embarazada de mi, a si que sigo en sus pensamientos.














                                                                           Florencia Reyes

jueves, 25 de octubre de 2012

Viaje a la semilla de Mai


 Etapas que se cierran y nuevas oportunidades que vienen en camino. Estoy finalizando la escuela secundaria. Los años que muchas personas desearían volver a vivir una y mil veces.

 Me encuentro en momentos de decisión ¿Dónde estudiar? ¿Qué carrera elijo? Muchos tienen la respuesta pero para otros les resulta muy difícil encontrarla… También se hacen difíciles las decisiones grupales en cuanto al elegir el motivo de la bandera, color de buzos de egresados, con que empresa viajar a Bariloche… Con mis compañeros nos conocíamos hace pocos años, pero no tenemos la suficiente confianza aún para tomar tales decisiones. Siempre existe ese tipo de rivalidad que no logramos entender en ambos grupos. Estar en un piso superior al que nos encontramos, supongo que estaría bueno, espero que no cambien mucho las materias, pero tenemos nuevas porque estamos dentro del nuevo programa de educación y no existe más Polimodal para nosotros. Somos el primer grupo que “estrenaríamos” este modelo educacional. Las fiestas de todos los fines de semanas se hacen costumbre, y sí, la mayoría de nosotras cumplimos 15 y todas deseamos la maravillosa fiesta que con mucho esfuerzo muy pocas chicas tienen la oportunidad de realizarla. Buscar el vestido perfecto para esa noche no es una tarea fácil. Ir cada dos por tres a probarte el vestido es la parte divertida y lo disfruto mucho con el apoyo de mi hermana. También buscar todos los detalles, me gusta.

 Es raro volver a hacer nuevos amigos. Es un cambio brusco y más a esta edad. Ya empiezo secundaria, un año antes, y ya me doy cuenta de que no vivo más en Capital; tarde o temprano tenía que caer a tierra, aunque no me gusta la idea de tener que mudarme. Me encuentro perfecta con mis amigos de ahora, corriendo de acá para allá en aquel pasillo largo donde conocí por primera vez unos años anteriores… ver ese mástil con esa base donde disfrutamos cada tarde con la maestra María. También aquel escenario donde corrí cuando apenas llegué y desaparecía, poco a poco, como si me indicara algo…
Estoy en este lugar de nuevo, pero con juegos, donde disfruto mucho jugar con mis amigos, en especial con Daniela y Noelia. Son mis mejores amigas y siempre nos juntamos después del jardín a pesar de salir a las 4 de la tarde…
Me pregunto porqué yo sola voy al baño, y los otros nenes usan pañales todavía, ¿Acaso sus padres no les enseñaron ir al baño como lo hicieron conmigo? La maestra está muy orgullosa de mi y siempre me elogia cuando pido ir al baño y que la seño solamente tenga que acompañarme. Sigo sin comprender porqué tengo que venir acá y no puedo estar en casa siempre con mamá y papá o mis hermanas… Quizás porque trabajan y estudian y no puedan cuidarme. Sin embargo, disfruto mucho este lugar porque me divierto mucho. Estoy en casa nuevamente, mamá y papá me llevan a distintos lugares a pasear y hablan con muchas señoras de guardapolvo a cuadrillé. Uso pañales y chupetes y todo es muy grande. Estoy en una nueva casa, espero no tener que seguir moviéndome de casa. Esta me gusta, tengo un patio y no es como mis otras casas que eran muy altas y sólo tenía un patio muy pequeño donde mi mamá debía cuidarme todo el tiempo por el balcón. Dios no quiera, se cayera o simplemente yo lo haga. No tengo mucho lugar para caminar y practicar mis pasos aunque prefiero mi vehículo con ruedas, con el logro aumentar la velocidad aunque muchas veces me caiga y me lastime…

Descubrí que llorando mi mamá viene y me alimenta, o me cambia el pañal, cuando él mismo me molesta también. Tienen muchos cuidados sobre mí, en especial mamá cuida que no me saque la venda que tengo del lado derecho de mi pecho… No sé qué será.
 Mamá y papá me llevaron a un lugar enorme, tiene pasillos que parecen laberintos, como me gustaría jugar. Pero estoy con una consulta medica, cuando llegó mi turno me vieron 3 personas distintas, nunca la había visto pero si eran muy jóvenes. Hablan con mis papás acerca de una operación…

 No logro distinguir a nadie, no sé quién es quién, sólo reconozco a mamá y a papá por la forma que me abrazan y me ponen en su pecho para que duerma, papá me levanta con una mano, ¡es muy fuerte! ¿Cómo alguien podría hacer esto? ¡Es increíble!

 Me encuentro en un lugar completamente oscuro donde mi movilidad es totalmente nula y cuando siento algo nuevo dentro de mi pancita doy patadas de alegría y alguien me toca a través de una tela mi pie, también escucho voces pero no logro distinguirlas.

Maira Gutiérrez

Mi viaje a la semilla


Mi Viaje a la Semilla



El reloj marca las 6:50 de la mañana del lunes, estoy en la parada de colectivo y llueve. Tomo rápido mis llaves, la mochila y mi campera para ir al colegio.
Mi cama está desordenada y la pava comienza a hervir sobre la hornalla de la cocina.
Mientras tanto descalza, mejor dicho en medias, frente al espejo comienzo a lavarme la cara y a cepillar mis dientes. El agua esta fría.
Repentinamente e interrumpiendo mi profundo sueño suena el despertador anunciando las 6:00, es la hora de despertarme para iniciar mi día.
Doy vueltas en mi cama intentando tomar una posición cómoda.
 Cocinando con mi familia, hago los preparativos para el festejo de mi mayoría de edad junto a mis seres queridos.
Planeando y tomando una decisión importante, qué carrera seguir para formarme profesionalmente, me inscribo en la Universidad Nacional del Oeste.
Pero me siento extraña, olvido cosas, personas, sentimientos. Los textos y libros se comienzan a verse más complejos y difíciles para mí, no logro comprenderlos completamente.
Recuerdo el día en que conocí a mi novio, cada detalle. Lo recuerdo a él, pero no logro hallar en mi mente los momentos mas recientes que vivimos juntos.
Mi cuerpo se ve distinto, creo que me estoy encogiendo, pero a la vez que pierdo un conocimiento gano un recuerdo que ya había olvidado. Y lo vivo como si fuera hoy.
Comienzo poco a poco a tener costumbres que había olvidado y dejado atrás.
Pierdo de a poco el conocimiento sobre algunas cosas, no logro entender al cien por ciento lo que leo. Hay palabras que ya no se que significan.
Mi uniforme escolar se convirtió en un guardapolvo a cuadritos de color celeste, de un tamaño más pequeño. Pero eso no me preocupa, porque paso horas enteras dibujando y pintando sin necesidad de saber que sentido tienen.
Veo el mundo desde una perspectiva diferente, hasta mis pensamientos lo son. Soy feliz corriendo y me divierto con juegos simples, dejando de depender de un celular para ello.
Descubrí que con un simple llanto, consigo que todos centren su atención en mí. Mi mamá y mi abuela corren de un lado a otro para atender a mis necesidades y caprichitos. Ya no soy independiente para nada, necesito de ellas para todo, hasta para lo más simple como dar un paso o comer.
Las cosas comienzan a ser mucho más grande a mí alrededor, los muebles y muros son enormes para mí. Sin embargo, veo todo lo que se oculta de bajo de ellos, hasta la más mínima pelusa.
Parezco un cachorro moviéndome en cuatro ¨ patas ¨ de un lado para otro.
Mis días comienzan a centrarse solo en comer y descansar. Todo el día siento sueño. Excepto por las noches cuando me da ganas de llorar y no dejo dormir a mamá ni a nadie de la casa. Hacen todo tipo de muecas para calmarme.
Miro todo asombrada y con curiosidad, nuevos rostros y personas que no conocía. De a poco logro asociar las voces con los rostros.
Al despertar, me encuentro en un lugar cálido que me hace sentir protegida, y en el cual puedo sentir de cerca el latido del corazón de mamá.
Ahora ella y yo somos sólo una y sé que me está esperando ansiosa…

Macarena Pedernera

miércoles, 24 de octubre de 2012

Mi Viaje a la Semilla


Sabía que sólo faltaban semanas para terminar mis estudios secundarios pero… pero en lugar de eso sólo sentía que ese día se alejaba más, sin alguna explicación.
El dormir de mañana y despertar de noche era una sensación extraña aunque era lago que pasaba de largo a mis pensamientos.
Cada día, semana, mes y año pasaban. Una sensación olvidada, un conocimiento perdido. Los textos y libros se comenzaban a ver más largos y complejos.
Ya no me encontraba en secundario y la escuela cambiaba, con pinturas viejas y menos edificada, me veía distinto, nuevas personas volvían de los recuerdos en donde se encontrarían en un futuro.
Una situación desagradable, una operación de apendicitis con complicaciones que una vez había vivido, comenzaba a transformarse de sólo algo olvidado a algo tan real como lo fue antes.
Mi sobrinita que ahora se encontraba en una edad que no superaba la de los dos años se veía mucho mas pequeña y libre del uso de las palabras, que todos aprendemos con el tiempo.
Era curioso como mi hermana sin darse cuenta lograba el retorno de Martina, su hija, a su más mínima expresión.
Muchas personas e incluso mascotas volvían a lo que había sido su normal vida sin percatarse ni por un momento de que alguna vez hubiesen dejado de existir.
Respecto mío era todo distinto, mi perspectiva del mundo ya era diferente tanto físicamente como en mis pensamientos. En los recreos solamente estábamos preocupados de correr y divertirnos los unos con los otros por medio de juegos simples. La escuela, mucho mas pequeña y con cambios significativos seguía su curso inverso.
Los estudios, eran muy distintos, concordaban con mis conocimientos reducidos por el tiempo (que hacía correr los relojes en sentido inverso).
 Y así mi uniforme pasó del habitual al de un guardapolvo y luego cediéndole paso al de jardín donde ya todo lo vivido era solo una pregunta de ¿Cómo seré de grande?
Todo rastro de independencia comenzaba a esparcirse y la dependencia se hacía presente tanto como para comer solo una manzana o poder caminar sin ayuda.
Las cosas de las que hablaban los demás eran mas fácil de entender descifrando lo que decían sus rostros y el tono de sus voces, que tratando de entender palabras.
Y así mi preocupación principal llegó a ser solo la de dormir y ser alimentado por mi madre, hasta caer en el sueño del cual, de grandes, solo sabemos mediante libros y médicos.
Todo se volvía infinitamente mas grande mientras yo infinitamente mas pequeño hasta que finalmente llegué, no a un estado de muerte sino de posible vida ,el cual, sólo mi madre me supo dar.

ARIEL QUISPE.

El país de los niños


Si el país estuviera gobernado por niños todo seria muy distinto, los niños son espontáneos, no saben de maldad siempre ven la parte buena de las cosas, y son capaces de dar cariño a aquel que lo necesite.
Si un país fuese gobernado solo por niños seria un lugar que priorice la felicidad antes de lo material. Aquellos niños problemáticos o burlones no existirían porque esas características no surgen de los niños en si, sino que es causado por su entorno familiar y eso seria algo que se negociaría con todos los adultos mejorando así los cimientos de la sociedad. Todos los productos de características bélicas se pondrían en desuso y se usarían esos recursos en fábricas de juguetes y cosas de más inocencia, lugares donde los padres podrían estar alados de sus hijos en todo momento. También se estimularía el amor fraternal por medio de programas televisivos donde se muestren aquellos resultados  que genera el gobierno. Los discursos ya no serian aburridos, mostrarían el mismo contenido pero de forma jocosa y mas gráfica.
En resumen, un gobierno liderado por niños estaría apuntado meramente al logro de la felicidad del otro, porque las cosas hechas sin felicidad son hechas con poco esmero.

Ariel Quispe.

Mi viaje a la semilla




Hoy en día me encuentro cursando el último año de secundaria, en el Instituto de Lourdes.

Cada vez que  despierto para empezar un nuevo día, siento que los conocimientos que tengo adquiridos los voy perdiendo; y a medida que se van de mi mente, aparecen al mismo tiempo recuerdos ya vividos.

Hace poco cumplí un año de novia. Pero en mi mente tengo sólo los recuerdos del día en que conocí a mi pareja. Hasta que seguramente un día despierte y no me acuerde más de él.

Poco a poco comienzo a hacer las cosas que antes hacía, como por ejemplo, no hacerles caso a mis papás, ser extremadamente caprichosa y enojarme por todo.

Después de esa etapa sigo retrocediendo en el tiempo, vivo todo el día atrás de mis papás. Voy a las casas de mis familiares y me encanta que me traten como a una nena.

Ya no sé el significado de algunas palabras. Olvidé como leer y escribir. Pero no me importa, sólo me quedo sentada en el piso jugando con mis muñecas a peinarlas y vestirlas.

Ya mi mamá no me hace de comer, me alimento de ella y paso horas y horas durmiendo. Cuando despierto, me río con las caras chistosas y los ruidos que hace mi papá con la boca.

Un día, desperté y me sentí muy feliz, porque estaba en el lugar del cual nunca quise irme, la panza de mi mamá.  Allí estaba completamente segura y en paz. Nada me molestaba, nada me dolía. Pasaba mi tiempo pateando la pancita, así sentía las caricias de las personas de afuera que querían sentirme.

Día a día, me fui volviendo más y más chiquitita; ya no me movía, me quedaba quietita en un lugar. Hasta que llegué a ser como un puntito en la panza de mamá, sin darme cuenta me dormí y no volví a despertar…
DIEZ ESTEVES Gisela 

Juan, ¡Sin miedo!


Juan, ¡Sin miedo! Era lo que sus amigos le decían en forma jocosa.
El hecho de que Juan era asustadizo era sabido. Eso alentaba a que sus amigos lo retaran a hacer cosas que lo asustarían. ¡Juan!, entra en esa casa abandonada, ¡Juan!, asómate al acantilado, ¡Juan!, lancémonos al lago, etc.
Como el siempre quería demostrar lo contrario terminaba aceptando los desafíos, aunque en todos, fracasaba sin éxito alguno.
Un día, por la ciudad había pasado un pregonero anunciando que el rey daría la mano de su hija como regalo a aquel que lograra pasar tres noches en un castillo abandonado.
Ese mensaje había llegado a oídos de los amigos de Juan quienes le propusieron este como el reto final y así demostrar su falta de cobardía.
Juan sabia que no lograría ni una de as tres noches así que días antes de la prueba investigo a algunos de los hombres que habían fracasado y descubrió que ellos en realidad no estaban seguros de las cosas que habían visto, sino que ne general solo habían sido victimas de sus sentidos alterados. Entonces a escondidas, (y además con miedo) entro en pleno día de hurtadillas al castillo, busco y busco hasta que encontró un armario grande donde estaban guardados cinco disfraces, un fantasma tres tigres y el de un león. Fue entonces cuando comenzó a idear un plan. Y así, llego el momento, su primer noche en el castillo mientras dormía un ruido lo despertó, el ruido de unas cadenas sacudiéndose, y de pronto, apareció frente a el un tenebroso fantasma agitando sus brazos, pero Juan ya sabia que solo era un disfraz simplemente estiro de las mantas que vestía y el pobre hombre (en ropa interior) huyo asustado y avergonzado. Al día siguiente, se dirigió a los disfraces de tigre antes de que alguien fuera a usarlos y los lleno de cientos de pulgas, al irse a dormir nuevamente fue despertado. Esta vez tres tigres que después de unos momentos de acechar a Juan, comenzaron a comportarse y moverse de forma extraña, se chocaba los unos con los otros y entonces, los hombres que portaban disfraces huyeron corriendo, rascándose en todo el cuerpo debido a las picaduras que provocaban las pulgas. De esa manera, llego a la última noche en el castillo para Juan. Paso el día entero en encontrar a una serpiente inofensiva, que antes de que se fuera el sol escondió en el traje del león. Al llegar la noche, el hombre que vestía ese disfraz no se percato de la serpiente y en el preciso momento en el que se iba a asustar a Juan empezó a sentir algo moviéndose en su espalda, acto seguido salto y grito de una forma bárbara, tan asustado estaba que al escapar chocaba con todo lo que tenia en su camino, puertas, paredes, sillas, etc. Lleno de satisfacción y alegría Juan decidió volver a dormir.
En los días posteriores a esas tres noches la vida de Juan fue para mejor, Logró demostrarle a sus amigos y a si mismo que podía ser valiente y se encontraba feliz junto a su esposa, aunque, con miedo a la vida de casado.

Ariel Quispe.

Todos reímos


La risa, ¿Por qué o de que nos reímos? Son cuestiones que ocurren diariamente en la vida de toda persona.
Científicamente hablando, es una respuesta fisiológica a situaciones externas relacionada con lo humorístico, estimulando a todo el cuerpo, e incluso mejorando el funcionamiento del sistema inmunológico (siendo esa la razón por la cual se usa en la rizoterapia, donde técnicos y no cómicos provocan la risa aplicando su conocimiento).
La risa es salud y esta en todos lados donde hallan personas. Es contagiosa y se puede compartir. A lo largo de la vida vamos aprendiendo de las experiencias y las creencias de la sociedad en que  vivimos, como cuando y de que reinos, aunque esto siempre variara por cada individuo. Por ejemplo si a un señor se le sale volando el peluquín es probable que nos riámos de su desgracia, la desgracia ajena. Pero también puede ser muy critica y hacer pensar, con chistes que analicen por ejemplo una realidad política poniendo en ridículo a alguien incompetente o a alguna situación social, económica etc.
La risa es una característica puramente humana. Todas aquellas cosas que provocan el reír no lo hacen solo por su existencia, sino que adquirieron alguna actitud o expresión humana por ejemplo, uno no rie de un anormal solo por el hacho de ser un animal sino por que este nos evoca a algo que consideramos gracioso en una sociedad guiada por ideas y costumbres.
También es de un alto grado social (mas allá de que nos podamos reír solos en determinados momentos) ya que surge con algún acompañamiento o dentro de un circulo social. Por ejemplo, cuando vemos a un grupo de personas contándose anécdotas que les parecen muy cómicas uno podría no considerarlas así, ya que no formamos parte de sus experiencias y aun menos de su grupo.
En resumen, la risa y el de que nos reímos tienen múltiples aspectos de los cuales es posible hacer énfasis y todavía o es un tema totalmente claro, pero a mi parecer solo se encuentra ligado únicamente a los pensamientos, ideas y creencias que nos impone el vivir en sociedad, pero no lo considero malo por que la única consecuencia de una verdadera risa es el de la felicidad ya sea por momentos largos o cortos.

Ariel Quispe.

Los piolas y las pioladas


¿En que piensan al escuchar de una persona “piola”?
Claro, esta definición se puede tomar por dos partes, como “gente copada”, “con onda” o simpática. Pero también como alguien aprovechador,”vivo” o “avivado” y esta segunda es la que quiero enfatizar.
Hoy en día hay quienes piensan que la gente personas “piolas” son aquellas con virtud, pero personalmente, pienso que es lo contrario ya que alguien “vivo” solo le importa uno mismo sin darse cuenta que solo al entorno y las personas que lo rodea, a su vez los afectados pueden comenzara a tener tendencias similares al otro haciendo de esto algo que se expande. Todo esto lleva a las personas de una sociedad a transformar sus valores a la desconfianza, incredulidad, inseguridad, apatía, etc.
En conclusión, pienso que aquella persona que se crea “piola” debe evaluar los actos que hace, comenzar a pensar en lo daños causados a otros y pensar menos en su beneficio.

Ariel Quispe.

Mi viaje a la semilla


Me desperté sintiendo que algo estaba cambiando. Esa sensación estuvo conmigo todo el día, hasta que noté que las agujas del reloj giraban en sentido contrario y en un parpadeo me encontraba, nuevamente, en el micro con mis compañeros con destino a Bariloche. Esta vez, los días transcurrieron de noche al amanecer y las excursiones inversamente, hasta el punto que horas después me encontraba en mi casa preparando el bolso y minutos más tarde deshaciendo el mismo.

            Los días siguieron pasando de esta extraña manera. En cada momento, notaba que mi primo de tres meses, Benjamín, se iba haciendo cada vez más pequeño hasta que mi tía quedó nuevamente embarazada y con el transcurso de los meses, nadie recordaba lo sucedido.
            Una mañana, me encontré en mi primer día de clases en sexto de la secundaria y a la siguiente, en el último de mis vacaciones. Semanas más tardes, estaba festejando año nuevo y luego Navidad con mi familia.
            Las horas continuaron transcurriendo de forma no cotidiana. En un abrir y cerrar de ojos, me encontré con personas que recordaba pero que, por circunstancias de la vida, ya no estarían conmigo en el “futuro”.
            Cada libro que leía, lo hacía desde el final hasta el comienzo. A medida que pasaba el tiempo, las hojas que escribí se fueron borrando y algunos conocimientos desaparecieron.
            Las personas, en vez de crecer, se hicieron cada vez más jóvenes y a algunos pasaron a ser desconocidas. Mi estatura era más pequeña y mis rasgos se parecían más a los de una niña que a los de una adolescente.
                        El colegio se volvía cada vez más difícil, aprendía conceptos nuevos y al día siguiente ya no los recordaba. Mis compañeros cambiaban constantemente. Una de mis mejores amigas pasó a ser la alumna nueva y tiempo más tarde, no la reconocía si me la cruzaba por la calle. Sentía que conocía menos a mis amigos, hasta que de un instante a otro, me encontraba en otra escuela y aquellas personas quedaron olvidadas.
            Llegó el día en el que cambié el uniforme por el guardapolvo del jardín. Las letras y los números eran símbolos confusos, los cuales, a cada momento se volvían complicados y difíciles de entender.
            Cambié los primeros libros por juguetes. La vida se convirtió en un suceso que no entendía pero, me divertía descubriendo algunas cosas y olvidando otras.
            Un día, mi mamá me presentó a una hermosa bebé como mi hermana. Con el paso de los meses, mi madre fue perdiendo la panza de embarazada hasta que llegó el segundo en el que se convirtió en la nueva buena noticia e instantes luego, nadie recordaba lo ocurrido.
            Con el paso del tiempo, me costaba cada vez más caminar y hablar. Llegó el momento en el que no musité ninguna palabra y daba pasos en falso con ayuda de mis padres.
            Ya no recordaba letras, números ni personas. Todo significaba un mundo nuevo para mí. Solamente reconocía a algunos familiares, pero sobre todo a una mujer, la cual siempre estaba conmigo. En un segundo  todo se volvió oscuro, solamente escuchaba voces que se iban apagando, hasta que el punto en el que sólo existió el silencio.
                                                                                                                             GUASTI, Priscila

Viaje a la semilla. Camila Pesoa


  En este momento de mi vida me encuentro muy feliz, estoy a punto de terminar el secundario y comenzar una nueva etapa de mi vida. Empezar la universidad me provoca una gran intriga, ya que no me imagino cómo será pero espero poder adaptarme rápido.
  En este instante estamos con mis compañeros tomando decisiones que son importantes para nosotros. Elegir el color de buzo, la fiesta de egresados y el viaje es algo principal, por eso discutimos. Sin embargo, rescato que luego de un par de horas, encontramos una solución.
  Recibí el mejor regalo que me podría  haber dado, una mascota. Mi novio Lucas me la regaló. Le puse Lola es hermosa y ya la amo.
  Hoy me encuentro muy nerviosa, estoy a punto de cumplir uno de los sueños más hermosos que tiene toda mujer: su fiesta de 15. Veo a mis familiares corriendo de un lado para otro con los últimos preparativos  y me agarran más nervios. Sé que está todo listo y sólo faltamos mi papá  y yo, con quien estoy en este momento sacándome las fotos.
Entro, todo se ve hermoso están todas las personas que quiero ver y eso me pone muy feliz.  La parte más difícil ya paso ahora pienso disfrutar al máximo esto tan hermoso.
  No se imaginan donde estoy ahora, me encuentro parada frente a una multitud de gente. Nerviosa, no entiendo que pasa tengo en mis manos la Bandera argentina y estoy cantando el himno. Mi mamá me dice que me lo gané, por esforzarme en mi último año de primaria. La veo a ella y a mis familiares felices y eso me da orgullo.
Rápidamente debo marcharme a la clínica, esta por nacer una de las personas más importantes en mi vida, mi primo. Me imagino que será un bebe hermoso,   por eso todos lo esperamos con ansias.
  No lo puedo creer, estoy frente a una gran puerta. Mi mamá me tiene la mano, no entiendo nada. Tengo una hermosa mochila rosa y todos los útiles que quería. Veo que todos lloran, en cambio yo me siento feliz.  Por fin voy a aprender a leer y escribir con lapicera. Tengo compañeros nuevos y una maestra. Mi mama se va yo la saludo con la mano.
  Me encuentro triste, es mi último día en el jardín. Las señoritas me regalan mi carpeta de dibujos, quedó tan linda. Mi mamá llora, creo que de emoción. Sin embargo yo quiero quedarme, la paso muy bien acá porque  juego, canto y dibujo.
  Las cosas me parecen gigantes, yo voy de la mano de mis padres. Creo que vamos  a comer a lo de mi abuela. Me encanta ir allí, porque me malcrían mucho ya que soy la más chiquita. Me regalan cosas y me dan de comer en la boca. Creo que eso es porque soy bebe y sola no me puedo alimentar.
  No entiendo qué van a hacer conmigo, tengo miedo de salir de este único lugar donde estuve 9 meses.