sábado, 21 de abril de 2012
“La guerra, sal en la herida abierta de la tierra”
La guerra tiene labios azulados, ojos de soledad, carne de frío. Malvinas fue un desenlace final de turbulentas relaciones de poderes entre civiles y militares de la Argentina. El desembarco en las Islas comenzó el viernes 2 de Abril a las 2 hs. de la madrugada, apróximadamente. Con 5 mil hombres que resultaron realmente heroicos, eran niños asombrados con manitas de miseria y extravío, porque con 2 meses de instrucción aguantaron lo que quizás muy pocos podrían aguantar. Eran soldados que no estaban preparados para resistir temperaturas de 10 grados bajo 0. Uno de ellos declaró estas palabras “vi matar y vi morir, conocí el espanto y la gloria”.
Gran Bretaña dispuso más 120 naves de distinto tipo, aviones, helicópteros y más de 20.000 combatientes. Uno de los errores de esta lucha es que los Ingleses a medida que avanzaban mataban nuestros heridos, pero también mataban a los de ellos y un hombre herido significa distraer 3 personas para atenderlo y transportarlo. El lunes 14 de Junio a las 21 hs. el General Méndez firmó la rendición ante el comandante Jeremy Moore.
Fueron 51 días de ocupación Argentina en las Islas Malvinas y 45 de combate. Para nosotras fue muy injusta la guerra, ya que mandaron a jóvenes a luchar a las Islas Malvinas, sin estar preparados, ni psíquico, ni físicamente para ese tipo de combate.
Celeste Ramirez y Evelin Duarte
lunes, 2 de abril de 2012
Al olvido nunca más...
Recordamos una vez más a los héroes que defendieron nuestros derechos sobre las Islas Soledad y Gran Malvina.
No fue un error luchar por ellas; el error fue luchar mediante las armas.
Hasta ese año, poco se había hecho en forma diplomática. La guerra de Malvinas fue en vano. Porque estuvo a cargo de un militar que pensó que la ganaría y de esa forma, ganarse al pueblo argentino que estaba odiándolo hacía tiempo.
Fue un error iniciar una guerra en la que no teníamos posibilidades.
Jamás un país por mucho orgullo o ánimos que tenga podría superar a uno tecnológicamente más avanzado , ya que, los ingleses contaban con mejores armas y soldados más experimentados.
Nuestra gente murió realmente por un ideal, asesinada por un enemigo mucho más fuerte y macabro, cuya única finalidad es la obtención de recursos materiales, sin importar el número de víctimas que eso implique.
Lo doloroso son las muertes que ocasionaron los británicos.
Nuestros muertos merecen el recuerdo y la honra y los veteranos, un reconocimiento que al menos debería permitirles la solución de sus problemas materiales de por vida
Los combatientes vieron "Grises atardeces y un sol sombrío" , que recordarán siempre y conservarán en su memoria con "Ojos de soledad y carne de frio" por los sucesos traumáticos que les tocó vivir.
Las Islas Malvinas son rotundamente argentinas. Deben estar en nuestro poder, porque mientras no lo estén es como si nos faltara un pedazo de nuestro cuerpo, un pedazo de nuestra alma y un pedazo de nuestro espíritu.
No importa si la decisión de hace 25 años fue un error. Lo que importa es que cualquiera haya sido la circunstancia, ese acto de reivindicación, de heroísmo y de dignidad era necesario para el reconocimiento a quienes dieron su vida por nuestra patria.
Porque todos, cuando llegó el momento de la lucha, combatieron por eso tan amado que se llama PATRIA.
Honor eterno a cada uno de los que murieron o lucharon, de tantas formas, que no puede ser empañado por cualquier circunstancia que la rodeara, para que no sea olvidado nunca y se sigan afirmando nuestros derechos soberanos, que no es por un pedazo de tierra. Sino nada más y nada menos que defender los valores que hacen a nuestra integridad moral.
No fue un error luchar por ellas; el error fue luchar mediante las armas.
Hasta ese año, poco se había hecho en forma diplomática. La guerra de Malvinas fue en vano. Porque estuvo a cargo de un militar que pensó que la ganaría y de esa forma, ganarse al pueblo argentino que estaba odiándolo hacía tiempo.
Fue un error iniciar una guerra en la que no teníamos posibilidades.
Jamás un país por mucho orgullo o ánimos que tenga podría superar a uno tecnológicamente más avanzado , ya que, los ingleses contaban con mejores armas y soldados más experimentados.
Nuestra gente murió realmente por un ideal, asesinada por un enemigo mucho más fuerte y macabro, cuya única finalidad es la obtención de recursos materiales, sin importar el número de víctimas que eso implique.
Lo doloroso son las muertes que ocasionaron los británicos.
Nuestros muertos merecen el recuerdo y la honra y los veteranos, un reconocimiento que al menos debería permitirles la solución de sus problemas materiales de por vida
Los combatientes vieron "Grises atardeces y un sol sombrío" , que recordarán siempre y conservarán en su memoria con "Ojos de soledad y carne de frio" por los sucesos traumáticos que les tocó vivir.
Las Islas Malvinas son rotundamente argentinas. Deben estar en nuestro poder, porque mientras no lo estén es como si nos faltara un pedazo de nuestro cuerpo, un pedazo de nuestra alma y un pedazo de nuestro espíritu.
No importa si la decisión de hace 25 años fue un error. Lo que importa es que cualquiera haya sido la circunstancia, ese acto de reivindicación, de heroísmo y de dignidad era necesario para el reconocimiento a quienes dieron su vida por nuestra patria.
Porque todos, cuando llegó el momento de la lucha, combatieron por eso tan amado que se llama PATRIA.
Honor eterno a cada uno de los que murieron o lucharon, de tantas formas, que no puede ser empañado por cualquier circunstancia que la rodeara, para que no sea olvidado nunca y se sigan afirmando nuestros derechos soberanos, que no es por un pedazo de tierra. Sino nada más y nada menos que defender los valores que hacen a nuestra integridad moral.
BRID BARBARA;
SOZA CAMILA.
domingo, 1 de abril de 2012
MEDALLA DE HONOR A NUESTROS HÉROES
Nuestras Islas Malvinas parecen
desprendidas del mapa. Sin embargo, son parte de nuestro país y están
firmemente unidas a él, ya que se encuentran dentro de la plataforma
continental argentina, que es la continuación de la costa debajo del mar. Por
eso, y por cuestiones históricas, Argentina ejerce su soberanía de hecho y
derecho en su integridad territorial.
Por eso, la recuperación de las Islas
Malvinas es un hecho importantísimo en la vida de todos los argentinos.
Allá por 1982, en esa Guerra por
recuperar las Malvinas, perdieron la vida 649 soldados argentinos. El recuerdo
de estos valientes (de los que estaban haciendo el servicio militar obligatorio
y de aquellos que sin ningún tipo de adiestramiento fueron enviados con apenas
18 años a combatir) permanece en el corazón y en la memoria de cada uno de
nosotros.
Es imposible no sentir en carne propia
el sufrimiento de estos jóvenes patriotas, que se fatigaban días y noches
metidos en trincheras llenas de agua helada, obligados a dormir sentados,
tiritando; sólo abrigados con la esperanza de regresar pronto a sus hogares con
sus familias. Recibiendo apenas unos pocos alimentos y que empujados por el
hambre, salían a robar ovejas a los kelpers. Eso sí, enfrentándose a los
castigos de los oficiales, que mandaban a ¨estaquear¨ a quienes salían en la
búsqueda vital de alimentos. Parecían niños asombrados, con boquitas de hambre
triste y rostros helados. Eran alaridos sin nombre.
Mientras ellos le ponían el cuerpo a la
guerra, en las escuelas y las iglesias de todo el país, la gente recolectaba
bolsas de arroz, de leche en polvo y otros comestibles. Las madres tejían
medias y abrigos para apoyar, al menos de esa esta forma, a aquellos soldados
desprotegidos.
Somos argentinos y queremos lo mejor
para nuestra Patria. Por eso, sentimos y expresamos un íntimo deseo de que
algún día no tengamos que recordar la lucha por recuperarlas, sino festejar la alegría
de que formen plenamente parte de nuestro territorio. Porque las Islas fueros,
son y serán siempre patrimonio argentino.
PEDERNERA, Macarena ; BRAVO Gabriel
Suscribirse a:
Entradas (Atom)