El pozo de…
La historia transcurre en un bello lugar
donde vivía una mujer con sus dos hijas, Hilda y Alda. Las mismas eran muy
perezosas y se la pasaban todo el día en la computadora o durmiendo. Como ambas
tenían facebook, todo el tiempo estaban chateando con sus amigos y para no
perder la costumbre se bajaron la aplicación de la red social en su celular,
para seguir conectadas cuando estuvieran fuera de la casa.
Un día, la madre cansada de que sus
hijas no la ayudaran en nada, las mando a hilar juntas al pozo. Sin protestar
se marcharon hacia el lugar a realizar rápido el trabajo. En un momento, Hilda
sacó su celular y comentó una foto que había publicado su amiga del sábado pasado.
De repente, sufrió un empujón de su hermana lo que provocó que se le cayera el teléfono
al pozo. Sin dudarlo, se arrojó de cabeza dentro del mismo y detrás de ella,
Alda. Sin darse cuenta, llegaron a un lugar extraño donde las estaba esperando
una bruja fea, que estaba aislada de la sociedad y de cualquier tecnología desde
hacía más de 50 años.
Las chicas al notar que allí no había señal
y que esta mujer estaba lejos de cualquier artefacto tecnológico quisieron
volverse lo antes posible. Entonces, la bruja les propuso un trato ella las ayudaría
a volver a su casa a cambio de que la ayudaran en los quehaceres domésticos.
Sin pensarlo, aceptaron y comenzaron a trabajar. Pero Alda se cansó rápido y
dejó a su hermana ayudando.
Luego de unos días, se cumplió la promesa
y las muchachas regresaron de vuelta a su hogar y como recompensa recibieron
otro obsequio según los trabajos que habían realizado. Al llegar, la mamá notó
que una de sus hijas traía bolsas con ropa de Muaa y 47 street y la menor, de
la salada. En ese momento, la madre comenzó a reírse y las tres juntas vivieron
felices usando toda la indumentaria.
Camila Pesoa
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