A veces las
personas toman decisiones afirmativas solo para no decepcionar a la gente que
queremos.
Con solo hacer
un acto de humildad o asimismo quedar bien, no siempre nos favorece y terminamos
perjudicados.
Decir siempre sí trae riesgos, nos cuesta ponernos
límites y nos lleva a no respetarnos nuestros gustos, nos perjudicamos porque hacemos
cosas que no queremos y no nos sentimos fieles a nosotros mismos. Preferimos ser
complacientes y decir a todo “si”. Por eso dejamos de lado lo que verdaderamente
queremos.
En muchos casos
sucede con la amistad de los amigos. Grandes favores que se hacen y si bien solo
para estar bien con el otro.
En las parejas pasa lo mismo para no llevar a una discusión,
ha cede a lo que le pide y no piensa si en verdad considera lo que le propone. Por
ejemplo el ser honesto o si se quieren, el mantener relaciones cuando no es debido,
luego lleva los embarazos no deseados o enfermedades que se trasmiten, gustos, necesidades
de uno, etc.
Sinceramente
“decir si” no siempre nos favorece, nos dañamos a nosotros mismos pero le beneficiamos
a los demás. La mayoría de la sociedad actúa de esta manera.
Si pedimos algo
ya sea una ayudad evaluemos la situación e lleguemos a un acuerdo con el otro para
estar en condiciones de satisfacer lo que nos proponemos.
soledad morello
No hay comentarios:
Publicar un comentario