El joven Peter Pan es un
chico que no crecía. Es valiente, astuto, vago y sabe volar. Vive en el país de
nunca jamás junto a los niños perdidos. Asimismo existen hadas, sirenas, indios
y piratas.
Un mundo
lleno de aventuras, donde no hay ninguna regla.
Allí nadie cocina, ni siquiera se hacen una
milanesa.
Debido a
que no se bañan, conviven toda la semana con la misma ropa. Hasta desde lejos
se le nota la mugre que tiene cada uno.
Ellos viven
en una madriguera ubicada debajo de un árbol. Son como niños topos.
Y ahora Peter
Pan ha traído a Wendy con sus dos hermanitos.
Quieren que
sea su madre y les cuente todos los días un cuento.
Pero lo que
ella no sabe, es que además deberá atenderlos a cada uno, cocinarles, bañarlos,
limpiar, planchar, mandarlos a la escuela, llevarlos al cine, parque de
diversiones, Shopping etc.
Sin embargo, decide irse y no sólo porque
extraña a su padre, sino por todo lo que le esperaba en ese país.
Pero antes
de marchar es capturada por el capitán Garfio. Un hombre de bigotes con el
aspecto de uno de los integrantes de “ráfaga” y el capitán “Jack Sparrow”, pero
sin barba.
Él lleva puesto una bata roja, un sombrero
negro más grande que su cabeza y su garfio.
Sin embargo,
es agrandado y trata muy mal a su tripulación,
incluso al Sr. Smith, su amigo.
Podemos decir que el capitán tiene un furor
por querer capturar a Peter Pan.
Por lo
tanto, ingenio este malvado plan del secuestro, pues que no logro atraparlo. De
nuevo se quedo sin el pan y sin la torta.
Más tarde,
luego de ser salvados. Peter Pan decide llevarlos a su casa. Allí esperaron que
volvieran sus padres de una loca y divertida noche de boliche, para contarles
su aventura.
Soledad Morello
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