lunes, 2 de abril de 2012

Al olvido nunca más...

Recordamos una vez más a los héroes que defendieron nuestros derechos sobre las Islas Soledad y Gran Malvina.
No fue un error luchar por ellas; el error fue luchar mediante las armas.
Hasta ese año, poco se había hecho en forma diplomática. La guerra de Malvinas fue en vano. Porque estuvo a cargo de un militar que pensó que la ganaría y de esa forma, ganarse al pueblo argentino que estaba odiándolo hacía tiempo.
Fue un error iniciar una guerra en la que no teníamos posibilidades.
Jamás un país por mucho orgullo o ánimos que tenga podría superar a uno tecnológicamente más avanzado ,  ya que, los ingleses contaban con mejores armas y soldados más experimentados.
Nuestra gente murió realmente por un ideal, asesinada por un enemigo mucho más fuerte y macabro, cuya única finalidad es la obtención de recursos materiales, sin importar el número de víctimas que eso implique.
Lo doloroso son las muertes que ocasionaron los británicos.
Nuestros muertos merecen el recuerdo y la honra y los veteranos, un reconocimiento que al menos debería permitirles la solución de sus problemas materiales de por vida
Los combatientes vieron "Grises atardeces y un sol sombrío" , que recordarán siempre y conservarán en su memoria con "Ojos de soledad y carne de frio" por los sucesos traumáticos que les tocó vivir.
Las Islas Malvinas son rotundamente argentinas. Deben estar en nuestro poder, porque mientras no lo estén es como si nos faltara un pedazo de nuestro cuerpo, un pedazo de nuestra alma y un pedazo de nuestro espíritu.
No importa si la decisión de hace 25 años fue un error. Lo que importa es que cualquiera haya sido la circunstancia, ese acto de reivindicación, de heroísmo y de dignidad era necesario para el reconocimiento a quienes dieron su vida por nuestra patria.
Porque todos, cuando llegó el momento de la lucha, combatieron por eso tan amado que se llama PATRIA.
Honor eterno a cada uno de los que murieron o lucharon, de tantas formas, que no puede ser empañado por cualquier circunstancia que la rodeara, para que no sea olvidado nunca y se sigan afirmando nuestros derechos soberanos, que no es por un pedazo de tierra. Sino nada más y nada menos que defender los valores que hacen a nuestra integridad moral.





BRID BARBARA; 
SOZA CAMILA.

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