sábado, 27 de octubre de 2012

Mi viaje a la semilla por Florencia Reyes


Por fin llegó el momento que tantos años anhelé. Llegó el último año en mi queridísimo colegio. Muchos recuerdos que he vivido. Muchas personas que pasaron por mi vida y que cada uno dejo una enseñanza que me permitió crecer y ser la persona que soy.
Sé que extrañaré esas mañanas en donde sufría nervios, reía, lloraba y aprendía cada día algo nuevo.
Tengo a las personas a mi lado en la escuela que son mis mejores amigos a los cual los amo con toda mi alma. Ellos se llaman: Agustina, Gabriel, Jonathan, Franco y Ariel.
También tengo un mejor amigo con el cual llevamos muchos años de amistad. El se llama Cristian y es como el hermano que nunca tuve.
Siempre soñé con ser muchas cosas y a lo que me refiero es a mi profesión. Pensé ser peluquera, Veterinaria o tal vez profesora de informática, pero nunca pensé que mi pasión sería la Fotografía. Tal vez estaba predestinada para esto. Desde muy pequeña me encantaba ver fotos familiares o tal vez tomarlas yo misma pero ahora una vez que se lo que quiero ser. Estudié para profesionalizarme y termino mi curso en poco tiempo.
Conocí a Romina que en principio fue mi compañera pero que a lo largo del tiempo se convirtió en una mejor amiga que nunca se separaba de mi lado. Compartíamos muchas cosas. Ella no era feliz con su familia por lo cual la íbamos a adoptar para que formara parte de nosotros, pero no pudimos.
Llegó el día más especial  para mí, el día en que conocería a Zoe a mi hermosa sobrina. Todo un día de preocupación y nervios hasta que ese angelito precioso salió del vientre de Cin.
Con mi hermana, somos muy unidas y siempre salíamos a todos lados. Esta vez nos tocó ir a un recital de un cantante preferido de ambas. Es inexplicable esa sensación de emoción y adrenalina que sentíamos las dos. Fue una experiencia inolvidable.
Qué momento tan emocionante. Cumplí mis quince años. Dejé de ser niña para transformarme en una mujer. Cuantas nuevas experiencias estaría por vivir.
Tengo un vestido color salmon, una coronita pequeña en mi cabello, Parezco una princesita. Todos me observan y me reciben con claveles. Cada abrazo hacia que cayeran lagrimas por mis mejillas. Fue un momento hermoso lo cual siempre guardare en mi corazón.
Largas semanas, probándome peinados y vestidos blancos, entre rezos y rosarios. Llegó el día de mi comunión. El día en que Dios me recibiría en sus puertas y me acompañara en el camino que recorreré en mi vida.
Ahora apenas se leer. Tengo tantas ansias de conocer nuevos conocimientos, de ponerme mi guardapolvo blanco que mama había planchado. Si estoy en primer grado que emoción.
A levantarse temprano! Mientras mi mamá me ponía mi guardapolvo azul y papá preparaba el auto, mi hermana me explicaba las cosas que iba a aprender en un lugar llamado jardín. Me decía que iba a saber contar y cantar canciones, yo pensé que en un principio a cantar canciones de Soda Stereo, pero ella me decía que eran otras canciones. Al bajar del auto me encuentro con otros nenes y una dulce voz que cantaba una canción que me gustó. Si era mi maestra. En ese momento me solté de la mano de mi madre y entré al jardín.
 Mientras mi mamá arreglaba un vestido blanco y mi papá se ponía un traje negro, Observo muchos globos y una torta de tres pisos. Mi hermana se pone ese vestido y se va del brazo de mi padre. Es entonces cuando mi madre me explica que los 15 años de ella. Era una hermosa noche. Llegaba mucha gente entre ellos tíos, primos y amigos y bailamos toda la noche.
Estoy en brazos de mi padrino. Tengo un vestido blanco y un gran moño en mi cabeza. Salimos a pasear, hasta que llegamos a un lugar donde me mojaron la cabeza y me dijeron “Yo te bautizo”.
Salgo de aquel lugarcito tan lindo donde estaba calentita y veo luces, mucha gente. Y luego veo los ojos de una persona que me miraba con amor. Luego otra persona me lleva y me besa en la frente. Después me duermo y cuando me despierto me encuentro en otro lugar donde también estaba calentita.
Estoy tan cómoda, escucha ruidos, voces pero no veo nada, Toco mis pies, Me chupo el dedo y de a poco voy reconociendo mi cuerpo.
Un día escucho a mis padres que querían tenerme, Pero no quedaba embarazada de mi, a si que sigo en sus pensamientos.














                                                                           Florencia Reyes

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