viernes, 18 de mayo de 2012

Don Quijote y Sancho Panza


Don Quijote y Sancho Panza.
Don Quijote y Sancho Panza salieron a caminar por el pueblo un domingo a la tarde. Sancho quería ir a las orillas del lago del lugar con Quijote para mostrarle su lancha nueva que estaba allí, y que había hecho con sus propias manos. Le preguntó si estaba de acuerdo en ir y él asombrado le dijo que sí. Al llegar al lago, Sancho emocionado le mostró su lancha y Quijote muy excitado le preguntó si podían ir a dar un paseo por el lago, imaginando que era un mar y que la lancha era un barco. A Sancho Panza le pareció una buena idea. Se subieron, encendió el motor y salieron. En el paseo, Quijote imaginó que era una aventura. Que iban a navegar hasta encontrar tierra del otro lado y así conquistarla. Pero Sancho veía la realidad y sabía que no era ninguna aventura, sino que era un lago con un final y que tenían que volver a la orilla de donde habían salido. Luego al volver, Quijote pensó que habían llegado al otro lado del lago y que estaban en tierra nueva y desconocida. Le dice a Sancho somos conquistadores, encontramos tierra desconocida. El al saber que no era así, le dijo que no era ninguna aventura de ningún barco ni mar. Y que habían vuelto al mismo lugar de donde habían salido. Don Quijote, al escucharlo decir estas palabras, se fue triste a su casa, sin haber cumplido y terminado su aventura.

Celeste Ramirez

miércoles, 16 de mayo de 2012


"Los traga niños"

Habían ido a pasear a Coto. Hicieron unas compras en el supermercado. Después almorzaron y de inmediato Don Quijote comenzó a inquietarse. A unos metros de las mesas estaba el sector de juegos, pelotero, bowling, samba, tejo, calesita, etc.
Nada raro en eso, pero habían cosas que sí lo eran, especies de robots en los cuales los nenes podían subirse y manejarlos.
-No puedo creer lo que están viendo mis ojos- Dijo Don Quijote.
-¿Qué estás viendo?- Preguntó Sancho.
-Mira allá, los niños, esos monstruos se los tragaron. Y los padres contentos, sacando les fotos. Voy a luchar contra ellos para salvar a los niños.
-Señor, esos no son monstruos, sino robots. Y los niños fueron subidos por sus padres para jugar, no fueron tragados como usted dice.
-Sancho vos no sabes nada, si tenes miedo déjame a mí.
Don Quijote avanzó hacia los robots, su escudero lo siguió a los gritos para que frenara pero fue inútil. Con su lanza embistió a un robot, el niño que lo manejaba tomó el control de los brazos del mismo y tiró un centro que dios justo en la cara de Don Quijote, que cayó redondo al piso.
Sancho corrió a socorrerlo y fue ese el momento en que Don Quijote quedó convencido de que el mismo encantador que convirtió a los gigantes en molinos, también convirtió a los monstruos en simples juguetes robots.

Evelyn Duarte.


Loca por las telenovelas:

Marina es una joven muchacha de 17 años de edad. Vive junto a sus padres Ricardo y Rosa, y su hermanito Alexis de 6 años. Ella estudia en la escuela Rosales de su barrio, donde está cursando su último año. Es uan adolescente que se la pasa todo el día frente a la televisión, mirando todas las novelas de su canal favorito. A la mañana va al colegio. Luego llega a su casa  y ni bien termina de comer, va a su cuarto  a mirar  las telenovelas  y a pensar en su enamorado. Es un chico de su curso, se llama Sebastian. Le encanta  hace mucho tiempo. Pero él nunca se fijó en ella como algo más que una compañera. Entonces todos los días mirando las telenovelas, piensa y piensa qué hacer para que se fije en ella. Y tanto que mira las novelas, Marina cree que su vida es una de ellas. Imagina que su amor es como los de la tele y que Sebastián es el chico más lindo que toda chica de la escuela quiere tener. En realidad no es así, porque las chicas lo miran por ser un compañero mas y lo quieren porque es un buen amigo. Pero ella furiosa empieza a hacerle maldades para que lo vean feo y no lo miren más. Pensó que eso iba a funciona, pero no, porque le salió bien un tiempo, hasta que él se dio cuenta de que era ella por sus actitudes y también porque no estaba bien, sino que estaba enloqueciendo. Entonces habla con ella y le hace ver que estaba confundida y equivocada, que su vida no es una telenovela  y que el amor que ella siente por él  no es como los que mira en la T.V. Al hablarle y decirle como son las cosas, Marina cambia sus actitudes y se dio cuenta de que no puede llevar el amor de una telenovela a su vida real.

Celeste Ramirez y Yanina Ledesma 

Los superhéroes

Don Quijote, desde muy pequeño, soñó con ser un superhéroe y siempre jugaba con Sancho Panza, su mejor amigo, a que tenían poderes y salvaban el mundo.
Un día, mirando la tele, vio que se estrenaba en el cine una película llamada "Los vengadores en 3d". Don Quijote, muy emocionado, llamó por teléfono a Sancho, que también vio por la televisión esa propaganda, y acordaron para ir a verla.
Ese mismo día pero a la tarde, fueron a sacar las entradas para la película y Sancho notó que Don Quijote llevó una tapa grande de una olla. Entonces, le preguntó:
-¿Qué haces con eso Quijote? ¿Es la tapa de una olla?
-¡No Sancho! Es mi escudo, para protegerme de mis enemigos.
Sancho al escucharlo pensó que lo estaba cargando.
Cuando estaban por sacar las entradas, la encargada les dijo que tendrían que volver al otro día ya que se habían agotado.
Al día siguiente, Don Quijote sintió que estaba enamorado de la encargada del cine, a quien llamó Dulcinea, y comenzó a pensar que debía rescatarla de todos los enemigos que él tenía por ser un superhéroe.
Sancho pasó a buscarlo para ir a tomar el colectivo e ir al cine, pero Don Quijote pensaba que era una nave espacial manejada por un robot llamado Rocinante. Entonces, le dijo a Sancho:
- Programá a Rocinante para que baje la nave acá que llegamos al cine.
A lo que Sancho contestó:
- No es una nave Quijote, es un colectivo y el chofer no se llama así.
- ¡Ay! Sancho si que es una nave,- le contestó enojado.
Sancho le dio la razón porque le importaba más ver la película que discutir por eso.
Entraron a la sala del cine y en el transcurso de la película, Don Quijote comenzó a imaginarse que los superhéroes salían de la pantalla y le pedían ayuda porque Dulcinea había sido secuestrada y sin él no podían rescatarla. En ese momento, Quijote arrancó la butaca de la sala y la aventó contra la pantalla y la rompió. Las personas que se encontraban allí, incluso Sancho, comenzaron a tener miedo por si hacía otra cosa como esa.
Enseguida, al sentir el alboroto, vinieron las personas de seguridad con la encargada.
Cuando los de seguridad arrestaron a Don Quijote, este le dice a la encargada: ¡Te rescaté Dulcinea, no te preocupes por mí! Sé cómo escaparme del planeta de estos robots.
Sancho al ver que su amigo estaba demente y como él era el único más allegado a Quijote decide que lo internen en un neoropsiquiátrico. Para que se curara de su locura.

Diez Esteves Gisela

Loca por las telenovelas

Tito, un taxista que trabajaba doce horas diarias, llegó a su casa luego de un día muy complicado. Estaba enojado ya que le habían hecho algunas multas en Capital Federal por el cambio de sentido de varias calles que Tito no sabía.
Cuando llegó, encontró a su mujer, Mirta, sentada en el sillón como todos los días. Él quiso contarle lo que le había ocurrido, pero ella le respondió:
-¡Ay Tito después me contás! ¿No ves que estoy mirando "Resistiré"?
-Pero Mirta me hicieron dos multas. No vamos a llegar a fin de mes porque son de $500 cada una.
-¡Shh, callate Tito que están pasando el capítulo en el que Fabián Vena explota!
-Todavía no sé por qué me casé con vos Mirta.
Ya resignado en que su mujer no le iba a prestar atención decidió irse a dormir. Pero Mirta se quedó mirando las telenovelas y en un momento comenzó a hablarle a la televisión. Como ella pasaba la mayor parte del día sola, sin hablar con alguien, empezó a creer que formaba parte de una telenovela, incluso hablaba, les contaba cosas y se reía con los personajes.
Tito no sabía que su mujer hablaba sola, hasta que un día llegó de trabajar y la encontró hablando y riéndose sola. Entonces, le preguntó:
-¿Qué te pasa Mirta? ¿Estás loca?
Ella no le respondió, sino que siguió hablando con la tele y decía:
-¡Ay Pablo ya sé que te gusto!
Tito cuando escuchó eso comenzó a reírse porque pensó que Mirta lo cargaba.
Con el correr de los días vio que su mujer seguía igual, y comenzó a preocuparse, llamó a los médicos del Hospital Moyano para que le den un diagnóstico. Cuando llegaron a la casa, se encontraron con Mirta haciendo una escena de Montecristo.
Uno de los médicos dijo:
-¡Tito a tu mujer se le safó un tornillo! Vamos a tener que internarla.
Como otra solución no había, él aceptó la internación. Mirta fue sedada y trasladada.
Días después, uno de los médicos llamó a Tito para informarle que Mirta cada vez iba empeorando más porque ella decía que se había convertido en Nancy Duplaá, la mujer de Pablo Echarri.


Diez Esteves Gisela, Duarte Evelyn, Martinez Paola.

Don quijote  y sancho panza
 en una casa muy grande de España. Cerca de la ciudad, vivía un hombre que se llamaba Quijote.
Este hombre era flaco y huesudo. Compartía su casa, con su sobrina  y una sirvienta.
Era una persona muy buena. Tenía grandes amigos como, el Cura, el Barbero y Sancho Panza, que a pesar de ser su amigo, era su socio.
Quijote y Sancho tenían un proyecto en común, como los dos tienen grandes campos en el pueblo, donden trabajaban  personas, para cpsechar maiz, soja, y trigo y venderlas al exterior. Al ver que el trabajo iba creciendo y ganaban demasiado dinero, no  lo querian tener en su casa. Al escuchar la sobrina que quijote  estaba hablando, les recomienda a su tio guardar la plata en un Banco, que iba a estar mas seguro y nadie se los podía robar.
A la mañana siguiente, quijote se dirige al Banco ques estaba en el centro. Cuando entrá ve a la maquina, como la cara de un dragón que escupe fuego. Salió corriendo para su casa y al entrar lo  encuentra a Sancho. A l verlo así pálido y temblando, lo acompaña hacia el banco. Cuando entra sancho, quijote  comienza a gritar diciendo "que el dragón estaba ahí adentro". Como no paraba de gritar y llora, se lo llevóa su casa  y el dinero lo guardó en la caja fuerte de la casa de quijote.

Yanina Ledesma

martes, 15 de mayo de 2012


¨ LOCA POR LAS TELENOVELAS ¨
      
(Por Pedernera Macarena y Pesoa Camila)

Amalia de los Ángeles era una ama de casa de 36 años, felizmente casada con Germán Pablo, como fruto de este matrimonio nacieron Laura Soledad y Luís Fernando. Vivían en un departamento decorado con muy buen gusto, paredes amarillas, sofás rojos, una lámpara de araña, muebles oscuros y alfombras muy suaves.
Aunque era un hogar bellísimo, a Amalia de los Ángeles no le gustaba realizar los quehaceres de la casa, prefería dejar todo para después, le daba tedio.
Además, era una amante empedernida de las telenovelas. Por eso, pedía que la llamaran por su nombre compuesto. Amaba pasar horas sentada en el gran sofá rojo frente al televisor. Esa era su prioridad.
La pila de platos sucios del día anterior, el canasto repleto de ropa para lavar, los pisos sucios; nada de esto la inquietaba, y nada era mas importante que sus capítulos diarios de telenovelas. Porque no sólo miraba una, sino todas. Ella, conocía cada uno de sus argumentos y hasta la biografía de lo actores que interpretaban los personajes. Tal era su afán, que en ocasiones (muy a menudo) olvidaba preparar el almuerzo para su familia. Esta era la única circunstancia, además de ir al shopping de compras, por la cual Amalia de los Ángeles aceptaría perder uno de sus tan anhelados capítulos. Corría hacia la roticería, y compraba comida hecha, como por ejemplo pollo al horno con papas. Al llegar de regreso a su casa, lo colocaba en una fuente y lo colocaba dentro del horno, asegurándose de esconder bien el envoltorio y la factura de la roticería, para luego desecharlos antes de que llegaran Germán Pablo Y sus hijos.
Su marido era un arquitecto, pasaba gran parte de su día elaborando planos o supervisando construcciones que el mismo había diseñado.
Un día mientras realizaba las compras, Amalia de los Ángeles, cargaba los carros del supermercado hasta no dar abasto, con los productos más caros, y hasta innecesarios. Creía que era  Doña Bernarda de Iturvide, en la novela ¨ Triunfo del Amor ¨, con todo su dinero y sus lujos, y que quienes estaban en el supermercado eran sus fans. La gente la miraba extrañada cuando ella les oficia autógrafos o que se tomaran una foto con ella.
Pero a la hora de pagar, al llegar al sector de cajas no tenia el monto de dinero suficiente para llevar esos productos, así que solo tomaba unos pocos y se excusaba diciendo que hacia olvidado su chequera en el carro (auto) y que eso sólo era un vuelto para ella.
Al llegar a su hogar imaginaba que en los relieves del florero, en el botón de encendido de la tele, en el visor del microondas, en los rincones y en diversos lugares, había cámaras de filmación escondidas. Que registraban todas las actividades que realizaba y las transmitía en la novela en la que ella era la protagonista. Por esto estaba todo el día maquillada,  y vestida formalmente. Hasta dormía con atuendos ostentosos y maquilada como actriz de cine. Escuchaba una canción de amor y simulaba que era un enamorado que le traía serenata a escondidas de su esposo.
A Germán Pablo se le hacia casi imposible vivir en esta situación, ya que esa ya no era la Amalia que el había conocido. El la entendía, aunque sufría al notar la obsesión de su amada Amalia, y el grado de locura que las aparentemente inocentes telenovelas le habían provocado.
El intentaba en ocasiones seguirle el juego, para no hacerle mal, ya que ella no entendía razones. Pero esto no era sano ni para el, ni para sus hijos que no soportaban verla así. Luego de muchas dudas, y de pensarlo durante meses, la familia de Amalia de los Ángeles decidió internarla en una institución para personas con problemas psicológicos, ya que ella no era violenta, solo estaba afectada por tantas horas de telenovelas.
Aunque la decisión fue dura y difícil, Amalia se sentía muy feliz allí, ya que actuaba y e interpretaba todo tipo de guiones, y su público eran las personas que estaban internas en esta institución al igual que ella, ellos la admiraban y pedían que actúe. Gracias a que estuvo supervisada por los profesionales, Amalia, luego de un tiempo, se dio cuenta de que las novelas son solo novelas, simple ficción, no parte de su vida…