lunes, 17 de diciembre de 2012

La bella y la bestia

Todos recordamos aquella extraña historia de amor, en la que una bella doncella se enamora de una bestia, quien en realidad era un príncipe víctima de un hechizo. Pero lo que nadie se atreve a contar es lo que sucedió, luego de la boda de esta pareja. A pesar de su gran voluntad por cambiar sus actitudes, el príncipe sigue comportándose como una bestia. Bella debe tener cuidado en no dejar que su marido se acerque a los perros del palacio, ya que si esto sucede comienza una batalla campal entre los animales. Ante esta situación, ella los separa a escobazos y pone en penitencia a su esposo. Pero el verdadero problema aparece cuando Bella quiere dar un paseo por el pueblo. El príncipe no es muy amigable y simpático con las personas y es por eso que su esposa tiene que colocarle una correa como prevención, para evitar que la bestia ataque a los jóvenes que se acercan a saludarla. A pesar de ser una pareja despareja. Bella sigue muy enamorada del príncipe bestia y es por eso que soporta los intentos de él por ser romántico con ella; muchas veces los bomberos acuden al palacio cuando su enamorado prepara la cena. La gente del pueblo no entiende porque Bella continua enamorada del príncipe, si desde que se casó solo recibe quejas de los vecinos, porque su marido aúlla todas las noches de luna llena y en las mañanas, solo pelea con los perros en la vereda.

Irala Ricardo

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