martes, 7 de agosto de 2012

El ruiseñor borracho del emperador

El emperador de China tenia el palacio mas grande y lindo del planeta, con un jardín y un bosque maravilloso que llegaba a las orillas del mas. Mucha gente de todo el mundo concurría a ver el lugar. Hasta que alguien escucho a un ruiseñor cantar melodías hermosas. Entonces, las personas ya no iban solamente a ver el palacio o el jardín, sino que acudían también sabios y artistas para escucharlo. Uno de ellos escribió un libro hablando de mismo. Un día, el rey al leerlo se asombro al saber que había un ruiseñor en su jardín que el no conocía, ni veía ya que estaba averiguando quien se tomaba sus vinos de la cena. Inmediatamente, llamo a su ministro para que se lo mostrara. Pero este no conocía al pájaro y tampoco sabia quien se tomaba la bebida. Entonces, fue por todo el palacio a ver si alguien sabia algo. La chica de la cocina vio al ruiseñor tomando el vino y después, cantar. Le contó al ministro y lo llevo al bosque para mostrárselo. Se lo trajo para que lo escuchara cantar, pero no canto. La cocinera al ver esto les dijo que esperaran porque ella le iba a dar algo para que cantara. Trae un tarroncito y todos se quedan asombrados. El animal después de tomar el vino empezó a cantar y nadie, ni el emperador lo podía creer. Así fue como descubrieron quien se tomaba la bebida y como hacer para que el pájaro cantara. 
Luego, el emperador cayo enfermo y nada podía levantarlo, hasta que el ruiseñor después de haber tomado su tarroncito de vino fue a su cuarto y le canto. Increíblemente se recupero y al otro día se levanto. El ave no volvió a vivir en el bosque porque prefería vivir en el palacio y todas las noches emborracharse y cantarle al emperador.

Celeste Ramirez.

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