_ Espera, espera ellos decidieron subir, no pasa nada.
Pero Quijote avanzaba muy decidido y comenzó a pegarle al
gusano, subió al juego y al acercarse aun más sin darse cuenta el juego
arrancó, lo apretó y empezó a subir. Don Quijote gritaba y le pegaba más y más
para que se detuviera, Sancho, al verlo, fue corriendo a avisarle al chico que
lo manejaba, pero este no le hizo caso y continuó el recorrido. Al bajar se
sintió mareado y fue a ayudar a las otras personas que estaban en las sillas
voladoras, entró al juego para detenerlas, ya que le parecía raro que estas se
elevaran, pensaba que estaban encantadas y fue a buscar al mago. En ese
momento, vio al señor que lo manejaba y fue a luchar con él. Sancho lo quiso
detener, pero no pudo, vino la policía y los sacó del lugar muy enojado y Don
Quijote dijo:
_ Yo los quería salvar y no me dejaron. Acá no vuelvo más.
Corvalan Camila
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