El infierno son los demás
Cuando pensamos
en la palabra infierno lo primero que se nos viene a la mente es un lugar subterráneo,
con un hombre vestido de rojo que transmite maldad a las personas.
Pero realmente
¿puede existir un hombre malo? Con ganas de hacer daño, con el autoestima por
el suelo, envidiando al mundo y hacerles pasar los peores momentos de su vida?
Definitivamente
no, una sola persona no puede dañar a todos. En los tiempos que vivimos la
gente es egoísta, solo se piensa en uno mismo, “si yo estoy feliz, no me
importa la sufrimiento del otro”.
Por eso,
creo que el infierno son los demás, por su autoestima del egocentrismo, por su
manera de contestar, por los apretones en los trenes, colectivos, por el querer
llegar mas rápido a casa, por que sin darse cuenta, algunas veces con las
palabras hieren a las otras personas, por su falta de compañerismo, por los
engaños, las mentiras, que generan desconfianza en uno y comienzan las discusiones.
Por todo
esto, generan en uno un gran dolor por dentro y creemos que el mal lo hacemos
nosotros, y realmente, el infierno son los demás.
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